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domingo, 21 de octubre de 2012

Recuerdan humor ácido del cronista, en la Mesa Monsiváis y sus amigos

El Fisgón, Marta Lamas y Jean Franco comparten sus experienciasHizo una reflexión de la cultura mexicana que nadie ha superado todavía: Marta Lamas
Su pérdida es un hueco que no se puede llenar, ni con un cúmulo de académicos: Rafael Barajas

Fuente: Secretaría de Cultura GDF

20 de octubre de 2012. Gran cronista con una inteligencia sorprendente, sabelotodo, de humor ácido, activista social, poseedor de una memoria fotográfica impecable, hombre de gran calidad humana, coherente con su discurso, de ética intachable, que prestaba su prestigio y capital político a las causas con que comulgaba, fueron algunas de las definiciones que hicieron de Carlos Monsiváis, personas como Rafael Barajas El Fisgón, Marta Lamas y Jean Franco, amigos entrañables de este cronista de la Ciudad de México, quienes compartieron con el público sus experiencias y decenas de anécdotas, en la Mesa Monsiváis y sus amigos.

La charla se convirtió en tertulia, con recuerdos entrecruzados de otros amigos del cronista, también presentes, como Víctor Acuña, Armando Molina, ambos de la galería Arvil, así como la directora de la FILZ, María Cortina, en el Museo del Estanquillo, como parte de las actividades de la XII Feria Internacional del Libro del Zócalo de la Ciudad de México.

Para la feminista Marta Lamas, Monsiváis hizo una reflexión de la cultura mexicana que nadie ha superado, pues todos sus textos siguen vigentes, ante lo cual invitó a los presentes acercarse a sus textos o releerlos.

Recordó que publicó en los años 70 Ensayos sobre feminismo, “textos que 40 años después hay que leerlos porque nadie ha hecho los análisis que él hizo sobre la madrecita y las adolescentes mexicanas, sobre los conflictos por el derecho al cuerpo de las mujeres, en fin, muchas cosas. Hay que leerlo no sólo porque es un placer y porque informa y da una visión distinta, sino porque la problemática que él abordó sigue viva y vigente. Carlos era un genio de gran integridad y coherencia ética. Era impresionante, hablaba como escribía”.

Más adelante, Rafael Barajas El Fisgón, recordó algunas de las rutinas rigurosas que Monsi ejercía todos los días: “leía muy temprano todos los periódicos, a mí me hablaba a las ocho después de que yo llevaba mis hijas a la escuela para comentar sobre las noticias, pero antes, había platicado con otros contactos suyos, sobre notas que no se habían publicado. Quienes teníamos su amistad, también la padecíamos, pero al mismo tiempo la disfrutábamos, y ahora la extrañamos. Nadie tenía su ebullición intelectual y él sabía, que la inteligencia sin ética, perdía todo sentido”.

Manifestó que su pérdida es un hueco que no se puede llenar ni con un cúmulo de académicos, por lo que instó a hacer un listado de todos los pendientes que dejó, como otro libro de Por mi madre bohemios, un estudio de los apodos que propinó, otro del nombre de sus gatos, y algunos más.

Por su parte, Jean Franco, académica británica y una de las amistades más antiguas que conservaba Monsiváis, reveló que la última vez que visitó al Cronista de la Ciudad de México, fue dos meses antes de que muriera.

Lo conoció en 1968 en radio UNAM, donde él daba un comentario sobre el movimiento cada semana. “Nuestra amistad comenzó a crecer ya que después de la matanza estudiantil del movimiento del 68, él se fue a vivir un año a Inglaterra, en este periodo escribió Días de guardar”. Su amistad se fue dando más como una suerte de casualidades, y con el paso del tiempo se hizo cercana. “Él era una persona muy cálida y llena de humor, completamente irrepetible y creo que hace falta aquí en México”.

Entre risas que se escuchaban de jóvenes y adultos, concluyó la mesa y, cuando todos se levantaron para salir del Museo del Estanquillo, los amigos de Monsiváis continuaron la tertulia y los comentarios sobre sus experiencias vividas con el escritor de A ustedes les consta, por lo que las risas y comentarios continuaron escuchándose largo rato por los pasillos que guardan las colecciones del desaparecido escritor.

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